lunes, 14 de febrero de 2011

Estatuas de Sal

En esta vida nos rodean gente y situaciones que nos hacen tropezar.  Puede ser que estos tropiezos sean constantes y también con el mismo problema.  Uno de humano es terco, necio y bobo.  Quiere hacer que las cosas que no son compatibles encajen a fuerza.  Es peor cuando las bendiciones de Dios dejan de llegar por la terquedad y por insistir en cargar estatuas de sal cuesta arriba. 

Esto es; cosas y personas que en nada abonan en nuestra vida las que solo causan perdidas y disgustos.  El cargar bultos que no son propios ni nos corresponden cargar puedes considerarlos estatuas de sal.  Estatuas pues no hacen nada para moverse y están estáticos y fijos en el tiempo y sal porque te salan tu vida. 

He aprendido a no solo botar estas estatuas de sal... he aprendido es tirarlas y salir corriendo lejos de ellas.  Es mejor deshacerse de algo que no abona en nada en tu vida que quedarse a probar la sal solidariamente.

Cuando somos receptivos y caemos en razón que lo que llevamos es una estatua de sal (la cual pudimos hacer recogido hasta por compasión), obtenemos una liberación y como si hemos dejado de cargar un peso muerto que estorba y que sala.  

La primera bendición que tenemos es la liberación misma, el gusto de sentir alivio por no llevar peso encima.  Después vienen el resto de bendiciones que Dios ha tenido listas para nosotros despues de todo la sal y dulce no se mezclan muy bien.

Si esto te llega a pasar dale Gracias a Dios todos los días.